Los responsables del Ayuntamiento de Peñíscola esperan que la Conselleria de Obras Públicas determine con celeridad una solución al problema planteado en la reforma de la carretera CV-141. «Esperamos que haya una respuesta dentro de esta misma semana, pues en el caso de que no la tengamos nos veremos obligados a interponer acciones legales», indican fuentes municipales a Mediterráneo.

Los trabajos encargados por la Generalitat en el principal acceso a la ciudad comenzaron el pasado otoño, pero ha sido en las últimas semanas cuando han ejecutado la medida más controvertida: un bordillo que separa los dos carriles de sentido único. Desde la administración autonómica defienden este sistema porque impide los giros a la izquierda para reducir la elevada siniestralidad de la vía, mientras que los vecinos y dirigentes locales consideran que la opción aplicada es «una barbaridad», ya que esta división bloqueará el paso de ambulancias o bomberos en caso de elevado tráfico, y congestionará la conducción cuando circulen vehículos a baja velocidad.

REVENTÓN // Por el momento, Obras Públicas ha interrumpido la conclusión de la mediana y la semana pasada celebraron un encuentro con cargos y técnicos. A todo ello, ayer se unió otra incidencia, pues durante la construcción del carril ciclopeatonal rompieron una conducción de agua potable, lo que cortó el suministro a los vecinos de la zona, hasta que repararon el conducto.