Una fotografía que circula vía whatsapp certifica la muerte del becerro que los últimos tres meses ha estado suelto por las partidas de Nicolau y Hortolans de Burriana. Y es que un hombre posa con el animal abatido, agarrándole de los cuernos a modo de trofeo de caza. Según relataron vecinos de la zona, estos escucharon la tarde del martes los dos disparos que, al parecer, acabaron con la vida del astado.

Al día siguiente, la Guardia Civil encontró rastros de sangre y de que el animal fue arrastrado más de 100 metros, hasta un camino de tierra donde parece que se le cargó en una furgoneta.

La Benemérita, tras inspeccionar el lugar, investiga el caso. Ahora la imagen que circula a través de la famosa aplicación de móvil no hace sino confirmar que los tiros que se oyeron y el reguero realmente correspondían al pequeño astado. Se pone así punto y final a meses de incertidumbre. Y es que mientras había quien ya se había acostumbrado a ver el becerro por allí, otros, en cambio, lo padecían, ya que se les comía las acelgas o los tomates.

La Guardia Civil, al tomar las riendas de las pesquisas, deberá determinar si puede existir responsabilidad civil o penal sobre quienes han abatido al astado. H