La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, aprovechó la junta de seguridad con motivo de las próximas fiestas de Santa Quitèria para pedir al subdelegado del Gobierno, David Barelles, un refuerzo de la vigilancia en el entorno de la plaza Botànic Calduch con más efectivos. La primera edila trasladó a Barelles la preocupación del vecindario por la inseguridad y los conflictos que se suceden en las inmediaciones del citado parque.

La munícipe informó al subdelegado de la problemática que le han trasladado numerosos residentes en el Dia del Veí por estos motivos y que apunta a molestias por ruido, suciedad, estacionamiento indebido, peleas, daños al mobiliario urbano y venta de drogas al menudeo. «No se trata de dar la espalda a la situación, que sabemos que existe, sino de buscar soluciones que, como se ha demostrado, no pasaban por el derribo del bar del ágora», indicó la munícipe.

Galí recordó que el anterior equipo de gobierno gastó 42.047 euros para eliminar este negocio aludiendo a que desaparecería un foco de marginalidad «que persiste cuatro años más tarde». «Existe un problema de convivencia y de respeto a las normas», consideró la alcaldesa, quien recordó que los agentes municipales ya realizan patrullas para garantizar la seguridad. Pero el equipo de gobierno entiende que la localidad merece tener más efectivos para poder atajar la situación.