El voto de todo un pueblo, Les Useres, volvió a reunir ayer a cientos de vecinos y visitantes que no quisieron perder la oportunidad de cumplir con esta ancestral y especial tradición, oriunda de la Edad Media. Era el último viernes de abril y los doce peregrinos y el guía renovaron una promesa heredada de sus antepasados, para pedir salud, paz y lluvia.

En esta ocasión, el papel de penitentes lo encarnaban: Ignacio Sabater Martínez, Rafael Quiroga Alegre, Héctor Borrás Segarra, Javier Sebastiá Jorda, Óscar Gil Porcar, Joaquín Gasch Tomás, Roberto Gil Mateu, Esteban Gasch Tomás, Rafael Marco Tomás, Héctor Gil Mateu, Aurelio Fabra Felip, Bruno Torner Medall; y el de guía, Jesús Herrero Bellés.

Una representación que recordaba la figura de los 12 apóstoles y Jesucristo en un peregrinaje que para muchos se convierte en «una oportunidad única para renovar la fe y volver a sus raíces cristianas, de las que tal vez se habían alejado o enfriado».

SILENCIO // Un majestuoso silenció marcó, desde primeras horas, la importancia de la jornada que se iba a prolongar hasta la llegada de los peregrinos y el guía, al Santuario de Sant Joan. Pasadas las siete de la mañana, las mujeres de la localidad se encargaron de elaborar la alfombra de hiedra que pisaron los penitentes.

Marcadas las ocho en punto, en el campanario de la iglesia, salió la comitiva encabezada por los tres cantores, que portaban la cruz y los faroles. Después, el sacerdote que acompaña para la ocasión, los peregrinos, el representante del Ayuntamiento, los clavarios, el depositario, las promesas y el grupo de las càrregues, que llevan lo indispensable para comer y beber en el trayecto.

RITO // Los peregrinos ataviados con sus peculiares túnicas azules y cargados de rosarios colgando de sus cinturones, comenzaron el periplo hasta el santuario del Penyagolosa. Para recorrer durante dos jornadas, los 70 kilómetros que conforman esta única y peculiar peregrinación que busca ser Patrimonio Mundial de la Unesco. El rezo del Santo Rosario y el canto solemne del O Vere Deus protagonizaron una jornada cuya primera parada tuvo lugar en el ermitorio de Sant Miquel de Les Torrocelles. Allí se celebró la eucaristía y después los pelegrins comieron para reparar fuerzas.

Tras ello, llegó la lluvia, que precisamente demandan en este ritual. Cerca de la Lloma de Bernat se registró hasta granizo. En la Font dels Possos de Xodos vovió a producirse chubascos débiles. Con la oscuridad de la noche, entretejida por los cantos en latín, y la atenta mirada de cientos de visitantes, entraron con toda solemnidad a Sant Joan.

El canto de la oración de Completas, el Himno a San Juan y el Santo Rosario precedieron a una noche de idas y venidas desde la cueva (donde se resguardan) hasta el santuario, epicentro de la espiritualidad de la peregrinación.

Hoy, a mediodía, los penitentes abandonarán el santuario para regresar a les Useres. En su camino de vuelta, entrarán en la parroquia de Xodos y allí cantarán el Omnes Sancte.

AUTORIDADES// A la cita no faltaron autoridades, encabezadas por el presidente de la Diputación, Javier Moliner. Ayer mismo repartieron una guía detallada de las 10 rutas de Camins de Penyagolosa, publicación impulsada por la institución provincial.