La respuesta que Adif dio al Ayuntamiento de Nules para negar la efectividad de instalar una plataforma elevadora en la estación de tren de la localidad que mejore la accesibilidad de las personas con movilidad reducida no solo no ha agradado a estos usuarios, sino que, además, desde su punto de vista les «discrimina». «Nos tratan como si fuéramos perros que necesitan ir acompañados por su dueño para poder ir en tren», aseguró Toni Arias, un viajero habitual que utiliza silla de ruedas.

En la carta remitida al alcalde de Nules, David García, desde la empresa reconocen que «en la actualidad no hay una frecuencia de paso estable» por lo que respecta a los trenes adaptados y por ello indicaron un número de teléfono al que se puede llamar para saber qué convoyes y a qué horas pueden ser utilizados, el 963 357 000. Este periódico llamó ayer hasta en siete ocasiones en diferentes momentos del día al citado contacto y en ningún caso se atendió la llamada. Según Arias, otro inconveniente es que solo atienden hasta las 14.00.

Para los afectados directamente por esta falta de accesibilidad del transporte público ferroviario en Cercanías, la única solución válida pasaría por dotar de mayor frecuencia en horarios fijos el paso de coches adaptados, «porque cuando llamas te dan solo una previsión para las siguientes tres horas, aunque siempre acaban diciendo que si no hay cambios de última hora».