Tras años de reivindicaciones, los barrios Carbonaire y Toledo de la Vall d’Uixó están más cerca de una conexión peatonal definitiva. Será gracias a que el Ayuntamiento ha adquirido el solar que posibilitará la urbanización del último tramo de acera, un espacio que enlaza los dos núcleos urbanos de la localidad.

El municipio deberá desembolsar 104.000 euros --asumidos en dos presupuestos-- para comprar la parcela que linda con la calle 12 del Carbonaire, que hasta ahora era utilizada como improvisado aparcamiento de vehículos, pero suponía una interrupción evidente en el tránsito de viandantes, que en ese punto veían reducida de manera ostensible su seguridad, al no existir medidas de protección.

Para la alcaldesa, Tania Baños, este terreno suponía un «desperdicio en una zona muy transitada por los deportistas y por todas las personas que van a pasear». Además, confesó que «ha sido un proceso de negociaciones duro y largo, como consecuencia de diferentes motivos jurídicos», los cuales no quiso precisar.

La intención del equipo de gobierno es acometer esta inversión en el ejercicio 2020 y ahora se encuentran en la fase de planificación. Responde, según el concejal de Urbanismo, Javier Ferreres, a «un modelo de ciudad que integre y proporcione áreas para las personas». Y por eso el proyecto incluirá «la renovación y modernización del parque infantil», ubicado en la isleta que se encuentra entre ambos barrios.

PASO DE viandantes / Hace algunos meses, en la pasada legislatura, el Ayuntamiento realizó una intervención para mejorar la seguridad de los vecinos que transitan entre Toledo y Carbonaire. Consistió en la señalización de un gran paso de peatones, el más largo del municipio, para dar prioridad a los viandantes entre el barrio Toledo y la gasolinera. Y es que los dos lugares contaban con numerosas barreras urbanas de conexión --no solo la del barranco que los divide--, que han ido salvándose paulatinamente. Solamente quedaba solucionar el tramo del solar que, como anunciaron ayer, ya es municipal.