Con una previsión para la próxima temporada de contar con 200 jugadores en las diferentes categorías, la Vall d’Uixó Bàsquet no se ha conformado con la negativa del Ayuntamiento a su propuesta de alquilar una nave industrial para habilitar una segunda pista cubierta, alternativa al saturado polideportivo municipal, y han decidido asumir en solitario el proyecto, como han trasladado a las familias que forman parte de este histórico club local.

Como anunció Mediterráneo, la entidad había iniciado una serie de contactos con los grupos municipales para trasladarles su idea, la asunción por parte del consistorio del alquiler de las instalaciones (2.000 euros mensuales), mientras que el club haría frente al coste de las obras necesarias para habilitar la cancha.

La respuesta del equipo de gobierno fue que el proyecto era «inviable», pues requería de la modificación de la licencia de actividad de la nave, así como de una serie de intervenciones para dotarla de vestuarios y las debidas medidas de seguridad, que elevaban la inversión, de ahí que descartaran la sugerencia.

Ante esta postura, la entidad deportiva no detuvo su propósito y lo hará posible de manera privada. Porque desde la directiva descartan la alternativa que les ofrece el Ayuntamiento: practicar el baloncesto en la única pista cubierta de la ciudad. Por otro lado, consideran que entrenar en el patio del colegio Eleuterio Pérez o en el del IES Honori García tiene más inconvenientes que ventajas. Entre las principales contras está el hecho de que no se trate de canchas homologadas, por lo que los entrenamientos no son adecuados. Además, es obvio que dependen de la meteorología y de las horas de luz, un problema que se agrava en invierno, con una iluminación «inadecuada» de los patios de ambos centros educativos.

Desde la Vall d’Uixó Basquet aseguran que han estudiado las opciones y no les parece una inversión desproporcionada para el objetivo que persiguen. Además, como el problema de la saturación del polideportivo no solo les afecta a ellos, no descartan plantear a otras entidades deportivas algún tipo de colaboración que permita compartir gastos.