La persistencia y perseverancia de un vecino de la Vall d’Uixó, preocupado por el estado de conservación en el que se encontraba la popular Font de la Mercé, tendrá como consecuencia que, a lo largo de este año, las siete fuentes históricas de la ciudad --construidas en su mayoría a finales del siglo XVIII-- queden completamente restauradas. Y es que, en el presupuesto del 2019, se ha reservado una partida específica para completar la intervención en las tres que quedan pendientes.

Las de Olivera, Bessòls y Carrer d’Enmig son las que centrarán los trabajos del equipo de restauración que, a lo largo del 2018, ya intervino en la mencionada de la Mercé, la del Santo Ángel, Julià y Sant Vicent, con resultados más que visibles, dado que la gran mayoría evidenciaban consecuencias «del abandono», como precisó ayer la concejala de Urbanismo, Francesca Bartolomé.

Destinarán 30.500 euros, que incluirán una actuación patrimonial más, que nada tiene que ver en principio con las fuentes, la Baixaeta del retor, aunque en realidad está muy vinculada, dado que se trata de la puesta en valor de un elemento urbano histórico integrado en el relato turístico del itinerario de reciente creación, el Camí del Aigua.

CESIÓN PARTICULAR / En la plaza del Ángel, justo en el extremo opuesto de la iglesia parroquial, una escalera conecta con el barrio del Roser, como si de un pasadizo secreto se trata. Está enmarcada por unas arcadas y viviendas particulares. Bartolomé recordó que se trata de un entorno «privado» de uso público, que ha requerido de la autorización de los propietarios para actuar.

La pretensión del Ayuntamiento es «sacar las vigas de manera del porche a la vista, quitar la pintura, limpiar las piedras originales y restaurar los dos pilones», todos ellos elementos que conforman esta particular conjunto arquitectónico. Además, Bartolomé recuerda que una parte de esta emblemática escalera «está dentro de una de las viviendas y cabría la posibilidad de sacarla, pero eso será más adelante».

Este plan de restauración de desarrollo transversal, dado que implica a las concejalías de Urbanismo y Cultura, pretende tener una continuidad en el tiempo. Bartolomé insiste en que el estado en el que se encontraban estos elementos de urbanismo popular «era consecuencia de un abandono absoluto», de ahí que se esté realizando un mantenimiento, en concreto para evitar los efectos de los actos vandálicos. «Hace poco hicieron unas pintadas en la del Ángel, pero se limpió de inmediato», concluyó al respecto la concejala de Urbanismo.