Vall d’Alba dedicó la jornada de ayer a su patrona, la Inmaculada Concepción, con una misa solemne, oficiada por el reverendo Sergio Lozano, que abrió el programa de fiestas, así como una multitudinaria procesión por las principales calles de la localidad, seguida por una vistosa ofrenda floral a la imagen de la Virgen. Una intensa agenda religiosa que permitió a los valldalbenses mostrar su devoción por la patrona de la localidad.

Una jornada en la que los niños y los jóvenes volvieron a tener un especial protagonismo. Las peñas celebraron la comida de hermandad, que reunió a un gran número de muchachos del pueblo para preparar las paellas o las parrilladas de carne en los alrededores del pabellón multiusos. Posteriormente, los participantes realizaron un recorrido por las peñas para celebrar una degustación de los diferentes cócteles que se preparan en cada una de ellas. Eso sí, acompañados por una ruidosa y festiva charanga, y mientras pedían a los vecinos que les tirasen agua para refrescarse.

Después, los niños se convirtieron en las estrellas del programa festivo, ocupando los actos infantiles prácticamente el resto de la jornada. Los pequeños, convenientemente disfrazados, participaron en una merienda popular y un desfile de disfraces gracias a la colaboración del AMPA del colegio público de Vall d’Alba. La programación infantil tuvo como broche de oro la representación del espectáculo La Xalera.

ENCIERROS // Hoy será el día dedicado al patrón, San Juan Bautista. Además de los actos religiosos, se iniciarán los encierros valldalbenses, con reses de la ganadería Bous de la Ribera-Hermanos Miró. Tampoco faltará la noche de disfraces, en cuya organización colabora la Asociación de Jóvenes. H