Vall d’Alba dedicó la jornada de ayer a la Inmaculada Concepción, con una misa solemne y una ofrenda de flores a la imagen de la patrona, que después sacaron en procesión por las principales calles de la localidad.

Un intenso programa religioso, en el que se contó con la colaboración de la asociación de amas de casa, L’Alba, que permitió a los vecinos de este municipio mostrar su devoción por la patrona de esta localidad.

Los niños y jóvenes valldalbenses volvieron a centrar la atención de esta cita festiva. Las peñas celebraron la comida de hermandad que, como cada año, reunió a un gran número de personas, en los alrededores del pabellón multiusos, para cocinar las paellas o hacer parrilladas de carne.

Más tarde, y acompañados por una charanga, hicieron una ruta por las peñas del pueblo para hacer una degustación de diferentes variedades de chupitos.

El día de mañana estará dedicado al patrón, Juan Bautista, y además de los actos religiosos, habrá encierros taurinos y la tradicional fiesta de disfraces.