La resolución ya la avanzó la presidenta de la Junta Loca Fallera (JLF) de la Vall d’Uixó, Iris Talamantes, la semana pasada, pero no ha sido oficial hasta que el domingo por la noche se produjo la reunión telemática con las ocho comisiones de la ciudad, en la que, por unanimidad, estimaron conveniente suspender la celebración de las Fallas 2020.

Siguiendo el camino emprendido por municipios como Burriana la semana pasada, las razones de este desenlace son por todos conocidas, y están «motivadas por la situación excepcional» actual. A través de un comunicado, la JLF precisó que adoptar esta medida «supone evitar más inconvenientes de los que ya se han producido y se puedan producir si dejamos transcurrir más tiempo». «Es la decisión más coherente a la que hemos podido llegar», afirman.

Fiestas a medias

Talamantes explicó que buscar una fecha alternativa solo supondría admitir organizar una programación «a medias», lo que podría ocasionar más perjuicios que beneficios al conjunto del mundo fallero.

Tras el golpe inicial que supuso aplazar las fiestas --que fue la postura en ese momento-- justo cuando habían empezado, dado que ya habían vivido la Crida --primer y único acto del 2020--, la Junta y las comisiones entienden y asumen que «es momento de cuidarnos y hacer todo lo posible para garantizar que el 2021 se puedan llevar a cabo las Fallas».

Así, hasta ahora, aparte de diversas fiestas de barrio, la Vall ha visto suspendidas sus principales festejos de la temporada.

197.000 euros para el escudo social

Paralelamente, el Ayuntamiento ha creado lo que han denominado «escudo social frente al covid-19», lo que supone reservar 197.250 euros para hacer frente a los efectos de la pandemia. Esta cantidad se destinará a «reforzar la Llar Sagrada Família y el servicio de atención a domicilio, retomar el proyecto ‘Barris Inclusius’ y dar una alternativa a las personas sin techo», según dijo la concejala de Servicios Sociales, Marian Artero.