Los usuarios del bus urbano de la Vall d’Uixó se sorprenden estos días al ver circular por la ciudad un vehículo diferente al que están habituados, que garantiza la completa eliminación de las barreras de acceso. De momento, está en periodo de pruebas que tiene como meta su incorporación en el servicio habitual, «como muy tarde, después del verano». Así lo confirmó ayer la concejala de Urbanismo, Francesca Bartolomé, durante la presentación de las mejoras aportadas.

La presencia de este autobús en las calles de la Vall es el resultado de una reunión que mantuvieron «con la empresa AVSA recientemente» en la que pusieron sobre la mesa «las quejas y sugerencias que habían hecho llegar al Ayuntamiento los usuarios», dijo. Entre ellas, destacaban las realizadas por la comisión de accesibilidad, que pedía una mejora de las condiciones de uso para las personas con movilidad reducida.

Este vehículo, como pudieron comprobar ayer tanto autoridades como un grupo de viajeros, «tiene una plataforma automática para subir sillas de ruedas. Dentro también dispone de espacios libres reservados y ofrece la posibilidad de inclinarse para que quienes tienen dificultades no hayan de salvar ningún escalón». Pero esta es solo una de las incorporaciones a la prestación. Y es que está previsto cambiar las marquesinas repartidas por el casco urbano y levantar una nueva en la avenida Jaume I, un proyecto que se adjudicará a lo largo de los próximos meses.