La Policía Local de la Vall endurecerá la lucha contra la venta de alcohol a menores y sancionará con hasta 300 euros, como marca la ley, a todo el que consuma alcohol en la vía pública, así como a los establecimientos que vendan bebidas alcohólicas a adolescentes. Tal y como anunció este periódico, los agentes realizan una campaña de prevención del consumo de alcohol en la vía pública, especialmente de menores de edad «después de haber detectado varios casos de intoxicación etílitica» en personas de 13 y 15 años, explicó el concejal de Seguridad Ciudadana, Javier Ferreres.

Por ello, este fin de semana se reforzará la presencia policial en las zonas donde se consume alcohol, tales como la Muntanyeta, patios de colegios e institutos y plaza del Mercado, entre otros. El portavoz de la Policía Local, Martí Guillem, recordó que también se está llevando a cabo una campaña informativa en los supermercados y comercios que venden bebidas alcohólicas, en la que «se les informa de las sanciones graves en las que pueden incurrir si venden alcohol a menores y también a mayores de edad a sabiendas de que, posteriormente, van a consumirlo menores de edad».

Se les insta a que adviertan al comprador de las consecuencias de facilitarlo a menores. De hecho, puede ser sancionado con hasta 600 euros de multa.

A su vez, se está realizando una serie de charlas en los tres institutos dirigidas a los alumnos de 2º y 4º de ESO sobre los riesgos del alcohol y el tabaco y de conducir bajo los efectos del alcohol, ya que a los 16 años ya pueden pilotar ciclomotores y puede ser una causa de accidente.

redes sociales // En este sentido, Ferreres afirmó que para atajar este problema es «fundamental la concienciación» entre los menores. Por ello, se difundirá una campaña informativa por redes sociales y a través de Connecta Jove, el servicio de Whatsapp que comunica a la Policía Local con los jóvenes del municipio.

En coordinación con la Policía Autonómica, competente en la materia, también se realizarán este fin de semana controles en las zonas de ocio y en el interior de discotecas con el fin de «garantizar que no se vende alcohol a aquellos que todavía no han cumplido los 18 años, ya que es un problema que pone en riesgo su salud», concluyó Guillem.