Este verano será época de obras municipales en la Vall d’Uixó. Al previsible inicio de la ya anunciada semipeatonalización de la plaza del Centro se suma ahora otro proyecto que también afectará a la zona, en concreto, al interior del ayuntamiento, con la instalación de un ascensor que eliminará las barreras arquitectónicas que presenta el inmueble desde su inauguración, en el 1932.

Fue el president de la Generalitat, Ximo Puig, el que anunció la semana pasada la concesión de una subvención para ejecutar esta actuación, ampliamente reivindicada, sobre todo por entidades y asociaciones vinculadas con la movilidad urbana. El equipo de gobierno decidió acogerse a una línea de ayudas para la mejora de la accesibilidad en edificios municipales y el Consell ha determinado darle el máximo contemplado, 150.000 euros. Tal y como defendió la alcaldesa, Tania Baños, «la propuesta que hemos presentado lo posibilita».

Porque, aunque servicios como intervención, tesorería o atención al ciudadano se encuentran en la planta baja, el inmueble cuenta con dos plantas más donde están dependencias esenciales para la relación de los ciudadanos con su Ayuntamiento, como alcaldía, la Concejalía de Seguridad Ciudadana, secretaría y administración general y, en la zona más alta, el salón de plenos.

EN EL CENTRO // Baños recordó que el equipo de gobierno tomó la decisión de trasladar este último espacio a una de las salas del Auditori Leopoldo Peñarroja porque «entendemos que nuestra obligación era facilitar a todos los valleros, con y sin problemas de movilidad, acudir a las sesiones públicas». Aunque su consideración es que este punto «debe estar en el corazón de la ciudad, en el ayuntamiento», de ahí que hayan aprovechado la oportunidad que brindaba la Generalitat para afrontar ahora este reto, que permitirá volver al salón original.

El proyecto ha sido redactado por la oficina técnica del departamento de Urbanismo, por lo que está listo para que, en cuanto esté aprobada de forma oficial la subvención, se inicien los trámites que posibilitarán la ejecución de las obras que, esperan, estén finalizadas dentro del 2018.

De este modo, como explicó la alcaldesa, «garantizamos la igualdad de oportunidades». Porque «no solo afecta a personas que van en silla de ruedas», también a quienes llegan al consistorio con carros de bebés, por ejemplo.