La Concejalía de Bienestar Animal de la Vall d’Uixó llevará ante la Fiscalía al propietario de un perro que murió en la terraza de su domicilio sin que él tuviera constancia, lo que evidenciaría, según fuentes municipales, el abandono en el que vivía el animal.

Será la primera vez en la que el Ayuntamiento se ve abocado a tomar una decisión de este tipo, pero no la última. Esa es la determinación que ha adquirido el equipo de gobierno a la hora de concienciar a la ciudadanía sobre las obligaciones legales que comporta la tenencia de una mascota, sea de la especie que sea, regulada tanto por las ordenanzas municipales como por las leyes autonómicas y nacionales.

El consistorio supo de esta circunstancia extrema tras la llamada de un vecino a la Policía Local, en la que informó sobre lo que parecía «un perro muerto en una azotea». Una patrulla se personó en el domicilio en cuestión y tras acceder a la terraza los agentes pudieron comprobar que, como había indicado el denunciante, había un animal muerto.

EVIDENTE ABANDONO / Desde la policía informaron a Mediterráneo de que el ejemplar, de raza mestiza y 14 años, había perdido la vida sin que sus propietarios «lo hubieran advertido, porque se encontraba de manera permanente en la azotea y no suelen visitarla», según explicaron. Ni siquiera con las condiciones especiales que ha impuesto el temporal Gloria en la zona, tanto de precipitaciones como de temperatura, habían provocado que prestara atención a sus canes.

Y es que el perro muerto no estaba solo. Compartía este espacio con un ejemplar más pequeño (ambos registrados con el microchip obligatorio) que, como precisaron, «se encontraba en condiciones de insalubridad». Por todo lo visto, la Policía Local levantó acta de denuncia, la que ha motivado que el consistorio tome cartas en el asunto y opte por la vía judicial para resolverlo.