La Llar Sagrada Família de la Vall d’Uixó es una de las pocas residencias de mayores en la provincia de Castellón que mantiene una gestión íntegramente municipal (junto con la de Benicarló), lo que requiere de una importante partida presupuestaria anual que el equipo de gobierno local espera poder aliviar con la colaboración de la Generalitat valenciana.

Así lo apunta la alcaldesa, Tania Baños, quien recuerda que cada año, garantizar que se preste un servicio óptimo a los 64 residentes cuesta a la localidad «casi un millón de euros». Añade un matiz a esta afirmación. «Es un desembolso adecuado para cubrir las necesidades de quienes viven en este edificio», pero atendiendo a una cuestión competencial, «muy elevado» para las arcas municipales. «La gente debe saber a qué nos referimos cuando decimos que no se puede invertir más porque no hay posibilidades», dice. Y es que el Ayuntamiento asume atribuciones impropias, como sería esta la situación.

MÁS IMPLICACIÓN // Ante estas circunstancias, la pretensión del consistorio es lograr más implicación del Consell. Si bien la opción idónea sería que el ejecutivo autonómico se hiciera cargo de la gestión íntegra del servicio público, reconocen que es algo complejo, por lo que a corto plazo la opción más viable pasa por un aumento de su aportación, que a día de hoy ronda los dos millones de euros por ejercicio.

Baños plantea que si la Vall asume funciones básicas como estas, que en otras localidades son sufragadas íntegramente por la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, lo proporcional sería que se recibiera más dinero para hacerlo. La alcaldesa llega a utilizar el argumento de la infrafinanciación del municipio respecto de otros similares.

«Los residentes del hogar reciben un trato que es impecable», asegura la munícipe, que su vez saca pecho de una apuesta política por esta infraestructura pública al decir que «la pasada legislatura fue en la que más inversión directa se ha realizado».

DENTRO Y FUERA / La primera edila ejemplifica esas inversiones en las más recientes, como la reforma y adecuación del jardín: «Hasta que hemos intervenido nosotros estaba impracticable».

Pero no ha sido la única actuación que se ha llevado a cabo en los últimos años. Se ha ganado en accesibilidad y han creado espacios específicos para la convivencia con los familiares, facilitando que incluso puedan comer juntos. También se ha pensado en el personal, para quienes adecentaron las dependencias y áreas de descanso. A su vez, el Ayuntamiento gestiona cuestiones como la contratación de los trabajadores y los servicios prestados.