Los 12 alumnos de la especialidad de albañilería del taller de empleo Sant Josep II están ya realizando el trabajo práctico, que corresponde a la segunda fase de la restauración del poblaedo íbero. Bajo la dirección de una arqueológa, llevan a cabo las tareas de excavación con las que se persigue, entre otras cosas, “sacar a la luz las casas y parte de la muralla perimetral”, tal y como explica el concejal de Turismo y segundo teniente de alcalde, Jordi Julià.

Por el momento, las actuaciones están dando buenos resultados, pues “están encontrando restos interesantes”, que se llevarán al museo, donde se guardarán hasta que se inaugurar el nuevo espacio arqueológico.

Entre otras cosas, Julià asegura que han hallado los restos de un niño --dado que “los íberos quemaban a los adultos a las afueras, pero a los infantes los enterraban en las mismas casas”--, un ídolo íbero y un horno “con ceniza de casi 2.000 años de historia”. Son solo algunos de los trocitos de historia que hasta ahora se han descubierto, pues “parece que hay mucho más”.

Los trabajos continuarán hasta julio, cuando finaliza el taller de empleo. En estos momentos, quienes se acercan hasta el Paratge de Sant Josep pueden visitar el poblado a través de la pasarela habilitada para ello. Pero se están organizando visitas en el terreno in situ, para este verano, y editarán un tríptico sobre el conjunto arqueológico. H