Vecinos de Benicarló denuncian los robos de ramos de flores naturales que familiares y amigos depositan en los nichos de sus seres queridos desaparecidos para honrar su memoria, en el cementerio municipal. El descubrimiento de estos casos ha levantando ampollas entre los vecinos de la localidad, que tildan de «rastrero y de falta de humanidad y respeto» este tipo de sustracciones. «Ya roban hasta a los muertos, no sé dónde vamos a llegar», señala una asidua al camposanto benicarlando, sorprendida ante la noticia que está corriendo como ríos de tinta por el municipio.

De momento, se desconoce la identidad de la persona o personas que se dedican a llevarse los adornos florales de las lápidas de los afectados, que cada semana crecen en número. Incluso alguno ha sufrido hasta «cinco o seis veces» la acción de los delincuentes en este espacio municipal.

Si bien muy puntualmente se había detectado que alguna vez «desaparecían ramos de manera misteriosa, este mes de noviembre, especialmente en los días anteriores y posteriores a la celebración de Todos los Santos, el despunte en los robos de flores ha crispado los ánimos de los afectados, que sospechan que sus ramos han sido revendidos o entregados como regalo. «Espero que quien haya recibido el ramo de la sepultura de mis padres le haga más falta, sería lo único que evitaría mi enfado por su comportamiento incívico», señala José Ramón Ferreres, indignado por la situación. A la queja de este benicarlando se suman las de otros que han atravesado el mismo trago y no una, sino varias veces. «A mí me han robado hasta la maceta, y ya me han desaparecido dos o tres ramos, al final he optado por colocar detalles artificiales», señala otro.

Aunque la mayoría de ofrendas sustraídas son de flores naturales, que no silvestres, y se decantan por los más caros y vistosos, en las últimas semanas también han empezado a desaparecer algunos ramilletes artificiales.

a última hora del día // «Sospecho que deben aprovechar las horas centrales del día o al caer la tarde, cuando apenas hay gente en el cementerio, para hacer sus fechorías», señalan a este periódico varios de los afectados por los robo. Por esta oleada de casos, ya hay quien propone que se coloquen cámaras de vigilancia en el cementerio municipal y, si no cesan las sustracciones, será una de las medidas que plantearán ante las autoridades locales.