Cuando las campañas de sensibilización sobre los beneficios de adoptar mascotas parecen haber calado en la ciudadanía, desde la Concejalía de Medio Ambiente de Benicarló han dado un paso más allá y han promovido una actividad enfocada a dar cobijo a aves y otras especies insectívoras y, de esta forma, luchar de manera sostenible contra la proliferación del mosquito tigre y de otros nocivos insectos.

Siguiendo la estela del Projecte Mussols, miembros de la asociación APNAL y Ecologistes en Acció impartieron una charla teórica sobre estas especies y un taller práctico de construcción de nidos artificiales con el objetivo de involucrar a los asistentes en el conocimiento, cuidado y conservación de estos agentes naturales tan necesarios como beneficiosos en el control de plagas de insectos.

Según explicó Deborah Fandos de APNAL, “una sola golondrina consume una media de 55 kilos de insectos al año, que vienen a ser unos 310.000 anuales”. Con estas cifras, ofrecer hospitalidad a golondrinas, gorriones, carboneros, papamoscas, vencejos, estorninos, abubillas, cernícalos, lechuzas, mochuelos, autillos o murciélagos, construyendo un espacio donde puedan encontrar cobijo y nidificar, es prácticamente una garantía de que los mosquitos no causarán molestias.

SANCIONES // A ello hay que añadir que la destrucción de nidos de especies protegidas conlleva sanciones que van desde los 5.000 a los 200.000 euros. En el caso de que se realicen acciones que conlleven la destrucción de los nidos se deben aplicar medidas correctoras, como fue el caso del templo de San Bartolomé, cuando se eliminaron durante la reforma del templo nidos de vencejos y se instalaron otros artificiales.

En cuanto al taller, al menos medio centenar de personas asistieron a la primera convocatoria y demostraron su maña construyendo en pocos minutos varios nidos de madera para distintas especies. Los niños se emplearon al máximo y dejaron constancia de su maestría en estas labores. H