L a llegada del verano y las altas temperaturas es caldo de cultivo para la proliferación de mosquitos, una molestia que están sufriendo especialmente muchos vecinos de la zona marítima y de otras áreas del término municipal de Burriana. Las medidas adoptadas hasta el momento para reducir la población de este insecto no han resultado eficaces para evitar las picaduras y reacciones alérgicas que provocan entre los residentes.
En el municipio, el área que sufre especialmente las molestas picaduras de estos insectos es la zona más cercana al mar donde se concentran la gran mayoría de segundas residencias a las que muchos vecinos se trasladan durante la época estival. Un ejemplo son las viviendas ubicadas en el vial paralelo a la avenida Mediterránea que, pese a tener adecuadas sus parcelas, ven como resulta imposible permanecer en sus terrazas una vez empieza a caer el sol.
«La situación es muy molesta y, por nuestra parte, hemos hecho todo lo posible por evitar la proliferación de mosquitos fumigando los jardines; y, aún así, hemos tenido que hacer acopio de mosquiteras y aparatos para evitar las picaduras», afirman. E, incluso, hay quien apunta a que «un posible foco podría ser una parcela municipal ubicada en la playa del Arenal, donde existe abundante vegetación y estancamiento de agua».
El PP se ha hecho eco de las quejas que reciben por parte de los ciudadanos. La concejala popular, Consuelo Suay, ha declarado que «en la calle, los vecinos claman contra una plaga que cada año es más virulenta. Sin embargo, en los despachos del Ayuntamiento no deben tener este problema a la vista de la respuesta dada por el equipo de gobierno».
Carbonell explica que la empresa encargada del control de plagas ha incrementado las actuaciones en verano para realizar fumigaciones de manera semanal, a la vez que se prevé que acometan un tratamiento intensivo dos veces al día durante el mes de julio. La edila incide en que «si algún ciudadano observa algún foco se ponga en contacto con el consistorio para dar parte a la empresa». H
