El tercer teniente de alcalde de Burriana, Vicente Aparisi, ha interpuesto una denuncia ante la Guardia Civil tras sufrir un intento de agresión con unas piedras y recibir amenazas e insultos por parte de un vecino el pasado jueves en el edificio consistorial.

El también edil de Vía Pública se disponía a participar en una reunión a mediodía en su despacho y se encontró con una persona que le increpó. «Fue una situación muy violenta, me detuvo y me quería dar una bolsa con dos piedras que debían pesar un kilo. No las acepté y me dijo que me las aplastaría en la cabeza. Entonces empezó a insultarme y a chillar que no teníamos palabra por no haber arreglado un camino cercano a una propiedad suya».

Tras ello, Aparisi intentó evitar el conflicto y se fue rápidamente hacia su despacho. «Me siguió y continuó con las amenazas, hasta que tiró con fuerza las piedras en una papelera. Nada más se marchó, acudí directo a la Guardia Civil a contar lo sucedido. Me veía las piedras en la cabeza. Creía que no escapaba de esta tesitura y no llegó a pegarme por poco», explicó el concejal de Burriana, quien añadió: «Me sabe mal denunciar a un vecino, pero creo que es lo mejor y que se tomen las medidas que haya que tomar para que no se repita».

RELACIÓN // La conexión entre Aparisi y la persona que le intentó agredir se remonta a finales de agosto. Fue en uno de los encuentros regulares con vecinos del Grau. «En el misma, uno de los participantes se quejó por un problema en una vía abandonada ubicada en el PAI Sant Gregori. El consistorio la arregló y a él no le gustó como quedó», explicó el representante municipal. Tras esta petición, visitó junto al vecino la remodelación con piedras de río. «Se mostró educado y amable en ese momento. Tras la cita, consulté con el jefe de Vía Pública que me dijo que estaba todo correcto y ya no hicimos nada allí, ni supe nada más de este ciudadano».

El jueves se volvieron a ver y ahora la Guardia Civil investiga las grabaciones de las cámaras del ayuntamiento y hay un testigo. Vicente Aparisi hace un llamamiento al «respeto» y a todas las fuerzas políticas «a no crispar más a la población».