Que Vicent Martínez Guzmán --filósofo y referente internacional del pacifismo-- era querido y admirado en la Vall d’Uixó quedó probado cuando su ciudad decidió ampliar la denominación de la plaza de la Paz añadiendo su nombre. Y ese respeto se concretó ayer con un nuevo homenaje que el recientemente fallecido hijo predilecto de su pueblo natal habría recibido con especial agrado, concederle el premio especial Vicentet d’honor a título póstumo, otorgado por la comisión de las celebraciones patronales.

El teatro municipal acogió una gala especial cargada de emotividad y de exhibición pública de orgullo local, en la que la organización volvió a poner el acento en los nombres que han logrado ensalzar la población por el mundo debido a sus respectivos méritos.

ACOGIDA Y LA ERMITA / Aunque por regla general estas distinciones, conocidas popularmente como els Vicentets, suelen concederse a título individual, no es extraño que el jurado que se encarga de valorar las diferentes candidaturas escoja asociaciones o entidades. Lo excepcional fue que en esta ocasión el título de Valler de l’any se lo llevó la ermita del patrón, que es templo jubilar del Año Vicentino, que en estas jornadas encara su recta final.

También entregaron otro premio colectivo, el del compromiso cívico, a los hogares que deciden abrir sus brazos a los niños que necesitan vivir en un entorno amable y estable en un momento determinado de sus vidas, las familias acogedoras.

PREMIOS // Los nombres propios no faltaron al evento. Al de Vicent Martínez Guzmán hay que añadir otros tres. El galardón al mérito cultural fue para Vicent Almela Artíguez y el deportivo, para Miguel Vidal Barbier. En cuanto al Vicentet arreu del món, esta vez la mención llegó al mundo de la peluquería, pues reconocieron a Paco Nogueras Sánchez, que se alzó con el campeonato mundial de corte de caballero.