Aunque a más de un joven le cueste creerlo hoy en día (sobre todo ahora, en plena pandemia), antes se salía de fiesta los domingos. Y no hace tanto de eso. Uno de los municipios de Castellón que mejor representaban ese concepto fue Traiguera, en la comarca del Baix Maestrat, una localidad de cerca de 1.400 habitantes que, entre finales de los 90 y principios de los 2000, vio cómo dos discotecas, ya míticas, reunían cada fin de semana a cientos de vecinos de la provincia, pero también de Cataluña, Aragón e incluso de más lejos. El sábado por la noche mandaba Pont Aeri y los domingos por las tardes, la KDW era la reina.

En 1993, tres amigos se hicieron socios y abrieron un local llamado KDW que en poco tiempo se convirtió en un icono y a la vez el mejor embajador posible para Traiguera. «Los principios fueron complicados, pero al final la cosa fue muy bien. Cogíamos un amplio círculo que iba desde Amposta (Tarragona) a lo que es la parte de Castellón y la comarca del Matarraña (Teruel). Llegamos a tener una afluencia espectacular y a veces entraban aquí 700, 800 o 900 coches al pueblo con muchas ganas de marcha», comenta el dueño de la discoteca, Rafa Gauxachs, que ahora es cocinero y propietario del restaurante Casa dels Capellans.

La popularidad de la sala fue tal que por sus cabinas han pasado deejays y organizaban celebraciones «muy importantes». «Por ejemplo, trajimos a Miss España y diseñamos la fiesta del millón de pesetas», rememora, veladas que hacían en «domingos estratégicos» para captar a más asistentes y en la que un acertante podía llevarse con un único boleto esa gran cantidad de dinero para aquella época.

La primera y única Pont Aeri en todo Castellón

A inicios del nuevo siglo, concretamente el 29 de julio del 2000, la franquicia Pont Aeri, autora de uno de los grandes himnos del remember como es Flying free y en ese momento en la cima de las discotecas, eligió Traiguera para expandir la marca más allá de Cataluña y concentrar en una nueva sala al aluvión de seguidores que tenía por toda la provincia. Es la única Pont Aeri que hubo en Castellón.

La sala empezó con los deejays residentes Xavi Metralla y Batiste, aunque a los pocos meses un jovencísimo Tonet Marzá entraría a sustituir a este último. «Todo era buen rollo, era una gran familia. Venía todos los días gente de Xàtiva, Barcelona, Castelló, Burriana, Nules... Nuestro gran momento de la juventud lo pasamos allí», recuerda Marzá.

Así recuerda el DJ, emocionado y con nostalgia, la época de Pont Aeri Traiguera:

De hecho, reconoce que, gracias a la discoteca, se formaron por aquel entonces «muchísimas parejas que hoy en día todavía perduran». «Fue una de las mejores etapas de mi vida», afirma.

Aunque no se puede simplificar el cierre de una discoteca a un motivo concreto, tanto la KDW como Pont Aeri se vieron abocadas al cierre en Traiguera por dos grandes factores, en esencia: el aumento de los controles de alcoholemia a la entrada y salida de la localidad y la dura competencia con otras salas. Era «imposible» competir con un «buque tan grande» como Pirámide, reconoce Marzá. «Fue abrir la macrodiscoteca en Cabanes e irse toda la gente para allá», añade.

La KDW cerró en el 2005 las sesiones periódicas, aunque en las semanas de fiestas patronales ha reabierto en más de una ocasión para celebrar alguna fiesta especial, ya que el local aún conserva en su interior buena parte del mobiliario que tenía.

Mientras, Pont Aeri solo aguantó, aunque volvió a abrir puntualmente en el verano del 2003 con Tonet Marzá a los mandos. Después de cambiar de propietario, la discoteca fue demolida y ahora mismo es un solar.