El Consorcio río Millars cuenta desde hace más de un año con un servicio nocturno de vigilancia. Esta iniciativa, que permite el control de las 490 hectáreas del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río durante la noche, se está mostrando efectiva para reducir la pesca furtiva y los vertidos ilegales de basura y escombros al cauce. El servicio está garantizado por dos guardas que se encargan de estar pendientes del estado y los movimientos del entorno natural mediante rondas.

«El equipo nocturno es eficaz para detectar casos de pesca furtiva, como los artes de pesca ilegales que se dejan en lugares fijos del río durante la noche para pasar por la mañana y recogerlos», explicó el guarda del Consorcio, David López. La normativa permite la pesca con licencia una hora antes de la salida del sol y una hora después de la puesta.