Entre el 1 y el 15 de diciembre, de cumplirse todas las previsiones del Ayuntamiento, las calles de la Vila de Nules estarán cortadas definitivamente al tráfico, quedando restringido el acceso salvo para los residentes, vehículos comerciales de carga y descarga y emergencias, según explicaron miembros del equipo de gobierno en una asamblea vecinal celebrada el jueves por la noche.

El alcalde, David García, anunció esa medida cuando el pasado mes de septiembre se acordó recuperar la gestión del aparcamiento subterráneo, clausurado desde el 2013, aunque hasta ahora no se habían precisado los detalles de la peatonalización definitiva del centro de la localidad. Fue en esta reunión con los ciudadanos afectados donde García explicó cómo pretenden llevar a cabo el corte al tráfico del área y de qué manera se gestionará el acceso de los residentes.

CUATRO PUNTOS DE ENTRADA / Solo habrá cuatro puntos de entrada al área peatonal: la avenida Constitución y las calles José Bartrina, San Francesc y San Félix, el resto de viales serán «dirección prohibida de acceso», por lo que todos serán exclusivamente de salida. En esos espacios se instalarán unos bolardos, un sistema que ya existe en el entorno de la plaza Mayor, que serán gestionados desde el retén de la Policía Local, aunque, como precisó García, todos los vecinos que lo soliciten tendrán un mando de apertura, «independientemente de que dispongan de una cochera o no».

Otra cuestión a tener en cuenta es que la fecha de aplicación de la medida estará condicionada a la reapertura del aparcamiento subterráneo, para el que todavía se está a la espera de recibir elementos indispensables para su puesta en funcionamiento, aunque el munícipe confía en que todo estará ya listo la primera quincena del mes que viene.

Aunque el acceso para los vecinos «será durante las 24 horas», el alcalde advirtió de que se establece un período de tiempo para realizar gestiones en los domicilios, «de unos 15 minutos».

En cuanto a los vehículos comerciales, se acotarán horarios de carga y descarga que serán de obligado cumplimiento «salvo casos especiales», como podrían ser los que suministran de medicamentos a las farmacias.

El concejal de Urbanismo, Adrián Sorribes, y el de Participación, Jaume Segura, también estuvieron en la asamblea, en la que el primero aseguró que con esta medida se quiere evitar «que el tráfico que no va a las casas de la Vila o a los comercios pase por el centro para evitar los semáforos de las avenidas principales». La única manera de reconducirlo sería, a su parecer, «cerrar las calles» de manera que los coches utilicen los viales alternativos.