La normalidad institucional ha vuelto al Ayuntamiento de la Vilavella. Después de meses muy convulsos, tras el cambio de legislatura, se ha podido aprobar los presupuestos del 2020 antes de fin de año.

Unas cuentas «equilibradas y realistas», como las describió la alcaldesa, Carmen Navarro, con un montante total de algo más de 2.262.000 euros. Estiman para inversiones una reserva de unos 230.000.La portavoz municipal precisó que han fiado este capítulo a las subvenciones de otras administraciones, porque la localidad «cuenta con recursos propios muy limitados».

Así, con la confianza de poder recibir 90.000 euros del Plan 135 --de los cuales 10.000 se destinarán a gasto corriente-- y unos 56.000 de la Generalitat a través del Fondo de Cooperación Municipal, a los que se sumará la misma cantidad aportada por el mismo concepto por la Diputación, esperan poder acometer proyectos como la construcción de unos aseos en el cementerio municipal y unos accesos «más seguros» al camposanto.

Quieren completar la urbanización del bulevar en la carretera de la Vall d’Uixó, con la aportación provincial, y entre sus aspiraciones está cobrar los más de 350.000 euros que les adeudan Diputación, Generalitat y el Gobierno.