La alcaldesa de la Vilavella, Carmen Navarro, ya lo apuntaba el viernes por la tarde y lo que parecía una posibilidad se convirtió ayer en certeza. De los dos toros cerriles programados para inaugurar el cartel taurino de Festa la Vila, solo pudo exhibirse uno --patrocinado por la peña Aveztruz-- por la negativa de Conselleria.

Esta situación ha generado un nuevo debate político local. El equipo de gobierno apunta a «la mala gestión» realizada por el gobierno socialista, mientras que estos aducen la falta de predisposición de los primeros por dar salida a esta cuestión de trámite.

El resumen de los hechos es que los dos toros afectados por este problema fueron comprados por el Ayuntamiento --durante el breve mandato del PSPV liderado por Manel Martínez--, en un cebadero de Valladolid. La normativa valenciana señala que estos animales no pueden compartir corral con otros astados por cuestiones sanitarias y era inevitable que fuera así, porque en el programa había dos exhibiciones. Así lo advirtió la Conselleria a la hora de «desaconsejar» la suelta del ejemplar de Torrenueva.

Desde el actual gobierno municipal se explicó que «hemos estado trabajando incesantemente para poder cambiar el toro», pero estas gestiones no han dado su fruto. La solución: que la peña Avestruz inaugure el programa taurino en solitario y que los dos toros de Torrenueva salgan a la calle el sábado que viene.