Villahermosa del Río se volcó ayer para recibir el relicario del beato Juan Ventura Solsona, con un fragmento de la rama derecha de la mandíbula. La celebración comenzó en la calle dedicada a su persona, donde el párroco introdujo unas palabras explicando el sentido de este acto, para luego incensar el relicario ubicado en una mesa-altar, delante de la casa donde pasó parte de su vida.

Después comenzó la procesión hasta la parroquia, mientras las campanas de la torre anunciaban la solemnidad de la jornada. La emotiva misa, cantada por Juan Bautista Valverde, recordó a este «sacerdote ejemplar», que todavía hoy es recordado por los más mayores de la población.

«Su profunda fe, humildad, confianza en Dios y un amor entrañable a Jesucristo, a los pobres y a todos, incluidos también sus enemigos, fueron unas constantes en su vida que le acompañaron hasta su muerte en el martirio, el 17 de septiembre de 1936», manifestó el párroco. «No podemos permitir que esta figura caiga en el olvido», concluyó en el transcurso de la homilía.

Al final del oficio religioso, los fieles veneraron en masa la reliquia de quien fue declarado beato por el papa Juan Pablo II. La sobrina nieta del beato, Ana Ventura, estuvo presente y señaló tras finalizar los actos su alegría por este reconocimiento. «Estoy impresionada todavía por todo, también por la cantidad de personas que han acudido para recordar y honrar la figura del gran hombre que fue mi tío», expresó.