Lo decía María Ostiz en su himno Un pueblo es. A base de «trabajar y trabajar» se unía «a la vida, vida» y «un ladrillo a la esperanza, mirando al frente y sin volver la espalda». Y abriendo una ventana, como dice la canción, Villahermosa del Río ya ve la luz al final del túnel en su particular batalla contra el coronavirus.

Han sido días difíciles pero, tal como afirma el alcalde, Luis Rubio, la situación tiende a estar «controlada y estable». «Los residentes ingresados evolucionan favorablemente y, de hecho, tres de ellos han dado negativo tras la segunda prueba de covid-19 y pronto regresarán», señala. En cuanto a los trabajadores, «están mejor y se recuperan satisfactoriamente, tras varias jornadas sin síntomas», explica el munícipe.

Ante estas noticias esperanzadoras, el primer edil lanza un mensaje de tranquilidad, tras la lógica alarma que surgió al detectarse un brote en el centro de mayores. «Gracias al apoyo de los vecinos y, sobre todo, de los trabajadores estamos a punto de superar esta coyuntura que nos ha tocado vivir», manifiesta.

Rubio tiene palabras de agradecimiento para todo el pueblo, «la gente se ha volcado para ayudar de forma voluntaria». Pero, especialmente, se deshace en elogios con la plantilla: «Auxiliares, médico, limpiadoras, enfermeras... todos se han dejado la piel. Han multiplicado su trabajo y reforzado turnos. Un esfuerzo titánico».

Asimismo, las muestras de cariño llegan desde otras localidades. Entre estas, la Peña Taurina Torrechiva ha abierto un crowdfunding en su página de Facebook para donar dinero a la residencia y sortearán un capote de Roca Rey entre los participantes.

Por el abrupto camino, siete fallecidos que toda Villahermosa del Río llora. Y ahora, el pueblo continúa unido, «esperando sin miedo a que amanezca».