El Ayuntamiento de Vinaròs está pendiente de la autorización de la Generalitat para poder licitar el próximo año la segunda fase de ampliación del cementerio municipal. El concejal de Obras y Servicios, el socialista Guillem Alsina, descartó ayer lo que hace días afirmó el PP de Vinaròs: que estas obras quedan paralizadas tras el cambio del carril lúdico a la ermita por la piscina municipal, bajo el proyecto pendiente del plan Confianza.

Los populares, en palabras de su portavoz, Juan Amat, argumentaron que la remodelación del camposanto dependía de la realización del proyecto del carril lúdico, ya que este contemplaba la demolición y nueva construcción del Pont Roig sobre el Cervol para, precisamente, evitar inundaciones en el cementerio.

Esto se debe a que el puente está señalado como una infraestructura que en caso de fuertes torrentes de agua desborda el río, produciendo grandes inundaciones en el recinto funerario.

Sin embargo, Alsina mostró su convencimiento de que las conversaciones con los técnicos de la Conselleria van por buen camino y que se obtendrá el permiso necesario para proseguir las obras. Afirma que se están buscando alternativas para no tener que derribar el antiguo Pont Roig y construir los 70 nichos que se habían planeado en esta fase. H