Vinaròs celebró ayer los actos de Sant Antoni en el santuario de la Misericòrdia y de manera multitudinaria, a pesar de ser día laboral. Por la mañana, se repartieron más de 5.500 almuerzos en los que no faltaron las longanizas o la panceta para asar a la brasa, además del vino y las típicas coquetes, que endulzaron la mañana.

El día se preveía frío, pero la presencia del sol propició una buena afluencia de vinarocenses a la ermita. A primera hora, mucha gente optó por asar la carne en las barbacoas habilitadas en varias zonas del paraje.

La misa en honor al patrón de los animales se inició a las 12.00 horas y, al finalizar, se celebró la procesión del santo y la bendición de animales a cargo del arcipreste Emili Vinaixa. Además, los mayorales repartieron más coquetes y mistela. A las 13.00 horas llegaron la plantada de carrascas y la actuación de una rondalla.

La ermita volverá a acoger este viernes a los vecinos de Vinaròs con motivo de Sant Sebastià.