El Ayuntamiento de Vinaròs descarta, debido al elevado coste económico que supondría su aplicación, el análisis del ADN de los perros para multar por no recoger sus excrementos de la vía pública.

Esta era una propuesta que surgió de los presupuestos participativos, por lo que fueron los vecinos los que la escogieron para ser incluida en las cuentas municipales. El concejal de Medio Ambiente, Jordi Moliner, explicó que el Ayuntamiento ha trabajado en la puesta en marcha de este proyecto, pero señaló que, de momento, no va a poder aplicarse por su elevado coste.

«Nuestra idea era tener un censo real y, según las reuniones mantenidas con los veterinarios, hay en Vinaròs unos 7.500 perros censados. Es un número muy elevado y supondría un importe muy alto, que para el consistorio es imposible asumir ahora».