El velatorio de Carnestoltes puso ayer punto y final a 11 días de fiesta en Vinaròs. En lugar de la plaza parroquial, como en otras ediciones, esta vez fue al ágora del paseo marítimo el escenario del acto, al que le siguió el juicio final a su majestad el rey del desenfreno y el entierro de la sardina, que fue portada a hombros por algunas de las 33 reinas de Carnaval, de luto y entre sollozos. En esta tradicional celebración participaron la Muixeranga de Vinaròs y la Colla de Dolçaina i Tabal de la localidad. La presentación, siempre crítica, fue a cargo del polifacético Julián Zaragozá, que ha cumplido ya 25 años como pregonero de los festejos.

La edición de este año ha estado marcada por la bondad de la meteorología, que ha facilitado el desarrollo de todos los actos programados de forma multitudinaria. Ningún evento tuvo que ser suspendido por mal tiempo y el esfuerzo económico y humano realizado desde las comparsas, la Comisión Organizadora del Carnaval (COC) y el Ayuntamiento se saldó con éxito. Han sido 11 días de una ciudad volcada en esta celebración, que ha contado con la participación de 5.000 personas que integran las 33 comparsas.

incidentes // La Policía Local tuvo que realizar varios servicios urgentes el pasado fin de semana. En el parte facilitado ayer, se informó de que el viernes hubo una agresión entre dos varones y un robo. El sábado se registraron intoxicaciones etílicas y una agresión a una joven, mientras que el domingo se produjo el atropello de un joven en la avenida Juan Ribera, entre otros altercados. H