El alcalde de Vinaròs, Enric Pla, informó ayer de la reunión con el director general de Carreteras del Estado, Ismael Ferrer, en València. Un encuentro en el que abordaron la reversión de la antigua carretera N-340, bloqueada desde hace ya más de un año.

La intención del Ministerio, según detalló Pla, es acelerar esta cesión, pero los ayuntamientos afectados, como el de Vinaròs, consideran que aún no se dan las condiciones óptimas para que las administraciones locales puedan aceptar la infraestructura. Según Pla, ahora están intentando «que se realicen mejoras antes de recibir este eje viario».

En el caso concreto vinarocense, el consistorio tiene dos peticiones importantes que el munícipe espera que sean admitidas. En primer lugar, considera necesario un reasfaltado total y no la realización de parches sobre el mismo. Además, reclama la instalación de iluminación a base de farolas solares en los cruces. Exigencias que el primer edil cree que podrán ser aceptadas por parte del Gobierno central. Más difícil será que acate la sustitución del puente sobre el Cervol a su paso por la antigua nacional 340, en el que se producen inundaciones importantes cuando hay fuertes lluvias.

«De momento, el Ministerio no comparte este extremo y nos han comunicado que se trata de una instalación legal, pero insistiremos porque creemos que es una herencia muy pesada», dijo.

INVERSIONES PENDIENTES

El primer edil también lamentó que si la carretera ya hubiera sido cedida al Ayuntamiento, a estas alturas hubieran podido realizar «una serie de inversiones mediante las ayudas concedidas a los polígonos industriales» que no podrán hacer. Durante las próximas semanas han fijado nuevas reuniones para avanzar en esta cesión. Un trámite del que se hallan pendientes los ayuntamientos de Benicarló y Peñíscola. El primero de ellos también reclama que haya inversiones.