Vinaròs reivindica una mejora “urgente” de sus vías de comunicación. Denuncian un “aislamiento” hacia las grandes ciudades, como Castellón, Valencia, Tarragona, Barcelona y Zaragoza. También lamentan la concatenación de accidentes mortales, prácticamente cada semana, que hacen “cada vez más evidente la necesidad de tomar decisiones”.

Sin trenes de cercanías y con carencias importantes en sus viales, los vinarocenses y los ciudadanos de las comarcas próximas siguen reivindicando, cada jueves, la AP-7 gratuita ante los accidentes que no cesan en la N-340, a pesar de la entrada en funcionamiento del tramo de la variante entre Peñíscola y Benicarló.

A ello, se suma la peligrosidad de la N-238, para la que no hay ninguna solución prevista ni a corto ni a medio plazo. Las condiciones de esta carretera, que enlaza Vinaròs con la localidad catalana de Ulldecona, vuelven a estar en el centro de debate, tras el último accidente mortal en este punto el pasado martes. El alcalde, Enric Pla, tacha esta vía de “tercermundista”. H