Los vinarocenses acudieron ayer a la ermita para celebrar la festividad de su patrona, la Mare de Déu de la Misericòrdia, en una jornada marcada por el buen tiempo y las elevadas temperaturas. El tradicional día comenzó a las 7.00 horas en la iglesia arciprestal, con la salida de la romería. Acompañó a la rogativa la Germandat dels Sants Patrons, con los cánticos tradicionales. En esta ocasión, la fiesta estuvo marcada por la resaca del pleno de elección de Guillem Alsina como alcalde de la ciudad. De hecho, fue el primer gran acto en el que estuvo presente, al igual que varios concejales, que desde el sábado forman parte por primera vez de la corporación municipal.

Al llegar al santuario, celebraron la misa de los peregrinos y luego el grupo de Les Camaraes ofreció los bailes típicos, en los que participó el primer edil, que desde primera hora de la mañana también ayudó a la brigada municipal a cocinar el arroz. La eucaristía principal, al mediodía, con la posterior bendición del término municipal, dio paso al reparto de las paellas (colaboraron miembros del equipo de gobierno) bendecidas previamente por el párroco de la iglesia arciprestal, mosén Emili Vinaixa. Por cada tíquet, con un euro de coste, entregaron dos raciones en fiambreras. Desde el Ayuntamiento habilitaron autobuses gratuitos con salida desde el Palacio de Justicia hasta el epicentro de la celebración, como es habitual tanto en esta fecha como en el día de Sant Sebastià, el 20 de enero.

REGRESO / Por la tarde, hicieron el recorrido de regreso hasta la iglesia arciprestal con la imagen de la virgen peregrina. Terminó la jornada con la misa en el templo y posterior procesión, a cuya finalización hubo la ofrenda floral a la Virgen. Damas de las fiestas, entidades y vecinos también quisieron participar en estos últimos momentos de la conmemoración patronal. Otro colectivo que tuvo un papel activo fue el grupo de la Muixeranga de Vinaròs, que en el interior de la iglesia, en la eucaristía vespertina, ofreció varias figuras en honor a la Misericòrdia. Aunque el tiempo acompañó en esta ocasión, no participaron tantos romeros hacia la ermita como en la fecha dedicada a Sant Sebastià.