Malas noticias para las féminas del norte de la provincia de Castellón justo en el Día de la Mujer. Y es que, a partir del lunes, el Hospital Comarcal de Vinaròs limitará el servicio de ginecología a obstetricia, es decir, a la atención de las mujeres embarazadas, y a urgencias. De hecho, según ha podido saber este diario, ya se ha llamado a las 90 citadas para consultas la semana que viene para anularles la cita. En el caso de cirugías, la decisión afectará a unas 30 personas al mes.

La representante de Comisiones Obreras, María González de la Riva, explicó ayer, acompañada de integrantes de la Associació de Veïns Migjorn de la localidad, que la medida obedece a la falta de personal, pues la plantilla se encuentra prácticamente al 50%. En concreto, señaló que de un equipo de nueve profesionales, en estos momentos «tan solo hay cinco especialistas, que han ido asumiendo en el último año funciones de consultas, de plantas, de quirófano y urgencias y ha llegado un momento en que ya no pueden más». Dos de las bajas obedecen a maternidades sin cubrir, otra se produjo en febrero por la marcha de un médico y la última, esta misma semana.

El servicio se empezó a resentir el pasado año, cuando se anularon las consultas por la tarde, lo que provocó que las listas de espera llegaran a un año. En la actualidad, Mediterráneo ha sabido que hay más de 600 personas pendientes de una llamada, algunas, desde octubre del 2016.

En el caso de la especialidad de esterilidad, se acumulan pacientes sin atender desde agosto.

«Los cinco ginecólogos llevan un aumento de volumen de trabajo de 15 a 20 días arrastrados del 2017 por esta acumulación de funciones», señaló De la Riva, para quien «no se cubren las mínimas necesidades para los usuarios y la situación tampoco es saludable para los trabajadores».

¿Por qué?

La representante sindical se preguntó «por qué los facultativos no quieren quedarse en el hospital y por qué los MIR, a pesar de ofrecerles contratos de interinidad, tampoco quieren venir aquí». Entre los motivos, citó que «podemos pensar que es por falta de tecnología, la falta de digitalización de las historias clínicas, una sobrecarga por encima del resto de centros hospitalarios de la Comunitat Valenciana... Pero los usuarios de la comarca nos sentimos completamente discriminados respecto al resto».