Como consecuencia de la ampliación del cementerio municipal, el Ayuntamiento de Vinaròs procederá a trasladar al osario del propio recinto los restos de cadáveres que se encuentran enterrados en una zona anexa al camposanto local y que pertenecen a aquellas personas que hace más de cuatro décadas no habían sido bautizadas y a las que se decidió inhumar fuera de los muros del recinto funerario.

El Boletín Oficial de la Provincia (BOP) ha publicado el anuncio en el que se informa de la tramitación de expediente en cuestión, que permitirá llevar al interior del cementerio los restos de quienes 40 años atrás se enterraron fuera de él por el hecho de no estar bautizados. Por la antigüedad del recinto, no constan datos en los archivos que permitan identificar los cadáveres que allí fueron sepultados.

Ahora el consistorio da un trámite de audiencia por un plazo de dos meses para que toda persona que sea parte interesada presente las alegaciones que considere oportunas. Posteriormente, y si no se presenta alegación alguna, se procederá al traslado de los huesos y despojos existentes a un lugar debidamente identificado y destinado a tal fin. H