El pasado sábado falleció en Vinaròs a la edad de 93 años el pintor y escultor Federico Valls Cerdá. Natural de Càlig, Valls residía en Vinaròs desde el año 1963. Ayer se llevaron a cabo las exequias fúnebres de un artista del que varias poblaciones del Maestrat tienen en sus calles alguna de sus esculturas. Una de ellas es la que luce en la rotonda de la plaza San Esteban de Vinaròs, realizada en bronce y dedicada a los agricultores locales. También en su población natal se ubica, en la plaza Pou de la Vila, la escultura que Valls dedicó a la dona calijona.

Otra de las facetas por las que fue muy conocido era por sus pinturas de árboles. Además, su afición por la talla de madera le llevó a crear una gran cantidad de enseres, incluyendo incluso instrumentos musicales como violines y guitarras. La alcaldesa de Càlig, Ernestina Borrás, manifestaba ayer que Valls era muy querido por los vecinos, «de la misma manera que me consta que él ha llevado siempre a Càlig en su corazón». Por su parte, el alcalde de Vinaròs, Guillem Alsina, lamentó «profundamente» la muerte del artista. «Fue un hombre que amaba intensamente el paisaje de nuestra comarca».