El Ayuntamiento de Vinaròs aprobó por unanimidad la ordenanza municipal reguladora del medio rural. El concejal de este área, Jordi Moliner, dijo que la intención inicial era que el documento abarcara también el medio ambiente, pero que los técnicos indicaron que había que separarlos.

El edil argumentó que el anterior reglamento «estaba obsoleto, incompleto porque no regulaba muchas de las situaciones que se dan hoy en día y no contemplaba sanciones». Moliner añadió que el texto está «consensuado por muchas partes y creemos que será muy útil, porque abarca muchas de las problemáticas que se pueden dar en nuestro medio».

Entre ellas, incorporan la prohibición de tirar purines en verano en las fincas entre la variante de la N-340 hasta el pueblo, para evitar malos olores en el municipio. El concejal insistió en que se trata de un reglamento abierto y adaptable a nuevas situaciones que se puedan dar en el campo.

Desde Acord Ciutadà, Lluis Batalla se mostró favorable, puesto que la anterior «estaba obsoleta, pero dudó de que pueda realizarse la vigilancia policial tal como se plantea. En la opinión del Partido Popular su portavoz, Juan Bautista Juan, también se mostró a favor del nuevo reglamento elaborado, aunque a la vez lamentó que se hubiera «tardado tanto tiempo en presentarla».