Benicàssim pondrá en marcha en las próximas fiestas patronales una campaña en la que personas de la localidad se identificarán como voluntarios seguros, de modo que cualquier mujer que sufra algún tipo de violencia o agresión podrá acercarse a estas personas y, discretamente, pedir ayuda. De este modo se iniciará un protocolo en el que se protegerá a la víctima y se tomarán medidas contra el agresor. Así lo detalló ayer la concejala de Igualdad, Vanessa Batalla, en la presentación de la iniciativa que el Ayuntamiento pone en marcha para evitar estos sucesos.

«Estamos seguros de que cualquier ciudadano colaboraría con una fémina que se encontrara ante un riesgo potencial, pero muchas veces las propias damnificadas no confían en recibir esa asistencia de manera discreta y lejos del control del atacante», apuntó la edila, por lo que han propuesto esta experiencia piloto. «Vamos a ver si resulta efectiva y no se produce ningún caso ni ninguna persona se siente incomodada estos días», indicó Batalla.

Los vecinos voluntarios de esta iniciativa estarán identificados con una pequeñas chapas colgadas en la ropa con el icono Benicassim ciudad segura y libre de violencia contra las mujeres, con el fondo lila y la impronta del 016, el teléfono gratuito de atención a las víctimas de violencia.

APOYO DE LA POLICÍA LOCAL

Empleados de las casetas del recinto festero, colaboradores de la comisión de fiestas y también algunos ciudadanos se han mostrado interesados en colaborar con la propuesta. Todos ellos tendrán el apoyo de Policía Local y los servicios municipales, que estarán atentos para intervenir en caso de que se detecte un suceso.

Batalla agradeció a los responsables de las casetas por implicarse en este proyecto de erradicación de violencia contra las mujeres, ya que también lucirán el distintivo en el que mostrarán su repulsa contra la misma.

«La sociedad es consciente de que todos podemos actuar y nuestra colaboración puede ser vital para evitar esta lacra de la sociedad. Por eso queremos que los ciudadanos sepan que pueden también ser un punto de confianza para iniciar la acción para librar a una víctima de su agresor», indicó la concejala del área. Y añadió que «no se trata de que los voluntarios tengan que hacer ningún tipo de actuación extraordinaria contra un supuesto agresor, sino simplemente ayudar a cualquier mujer que se sienta agredida a encontrar una solución sin miedo, con discreción y rápidamente, que es lo que realmente hace falta».