Hasta hace unos meses, el 28 de abril era en Peñíscola la fecha de la romería de Sant Antoni, que cada año llega el domingo siguiente a Pascua. Pero la decisión de Pedro Sánchez primero y Ximo Puig después, de elegir ese mismo día para los comicios generales y autonómicos genera circunstancias curiosas. Desde que el 5 de marzo abrieron el plazo para la solicitud del voto por correo, el goteo de peñiscolanos que han acudido a la oficina postal ha sido una constante.

Desde la propia compañía estatal constatan que en esta ocasión «las peticiones han sido mucho mayores que en anteriores elecciones La inmensa mayoría de ellas son de habitantes de la localidad que piensan ir a la romería, y no tanto por cuestiones de movilidad». Aun así, desde Correos explican que no pueden aportar una cifra concreta debido a las limitaciones de la junta electoral y porque hasta el día 18 aún se puede realizar el trámite.

No se trata del único municipio de la provincia afectado por la coincidencia de citas festivas con unas elecciones convocadas con pocas semanas de antelación. Pero en este caso se da la circunstancia de que la celebración en la ermita está localizada a varios kilómetros del casco urbano y con un horario que es prácticamente simultáneo con el periodo de apertura de colegios electorales.

SIN CAMBIOS / Nada más confirmar la fecha de las generales, muchas conversaciones entre los vecinos estuvieron dedicadas a este solapamiento. Desde el primer momento, los dirigentes del consistorio afirmaron que iban a mantener la cita con Sant Antoni, pero existió un cierto debate ciudadano sobre si sería conveniente desplazar la fecha al día anterior, que coincidiría con la jornada de reflexión y, por tanto, con la obligada tregua en la pugna política. Incluso llegaron a celebrarse una junta de portavoces para analizar un reto organizativo que no tiene precedentes. Finalmente, no habrá cambios y se mantiene la costumbre.

Fuentes municipales recuerdan que la unión de fiesta y urnas en un mismo día «no solo afecta a quienes han sido elegidos para ser presidentes o vocales de mesas, ya que hay efectivos de seguridad o gente que debe abrir y cerrar los puntos de votación». Además de quienes harán de interventores o apoderados.