El Ayuntamiento de Xilxes hizo ayer balance «muy positivo» de la Escuela de Verano, un servicio municipal que se prestó en julio y continuará hasta finales de agosto con el objetivo de facilitar la conciliación de las familias de la localidad. Un total de 138 alumnos se han inscrito en este servicio, en el que realizan actividades educativas y lúdicas tales como inglés, deberes o salidas a la playa, entre otros.

Además, ofrece transporte con monitor para trasladar a los participantes que residen en el municipio. Debido a la elevada demanda del servicio, el equipo de gobierno decidió ampliar las inscripciones iniciales hasta cubrir el máximo aforo del espacio y contrató a un maestro más. Esta iniciativa «persigue una función lúdica y educativa, además de ayudar a vecinos y veraneantes a compatibilizar la vida laboral y familiar durante el periodo estival», según explicaron fuentes municipales.