El incendio declarado el pasado día 10 de septiembre en la Ciudad de la Justicia de València fue «accidental» debido a una «incidencia eléctrica» en algún aparato. Así lo recoge el informe realizado por la policía científica que dio a conocer la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, durante su comparecencia en Les Corts para informar de este siniestro. Bravo destacó que dicha documentación sitúa el foco en una de las zonas de trabajo de la zona central del juzgado de primera instancia número 3, donde había un ordenador, dos pantallas, un ventilador, una impresora y una cafetera, «sin precisar si alguno de ellos es el causante».

En este sentido, la consellera insistió en que el siniestro «nada tiene que ver con fallos del sistema eléctrico como se ha pretendido apuntar» y defendió que las instalaciones eléctricas habían sido objeto de las revisiones pertinentes. De igual modo, defendió que, según los informes de los que dispone, el sistema de protección contra incendios funcionó, ya que detectó el foco, alertó en la zona del fuego y activó el cierre de las puertas automáticas, lo que evitó la propagación de las llamas a otras zonas.

En cuanto a la gestión de este polémico incendio en la Ciudad de la Justicia de València, la consellera aseguró no estar satisfecha de cómo se ha gestionado este incidente y cree que pueden hacerlo mejoras, lo que evitó la propagación. Y es que, según explicó, es posible que la alarma no fuera oída por los vigilantes del edificio, puesto que al ser un edificio compartimentado, la alarma se oye en la zona del incendio para evacuar esa parte y evitar situaciones de pánico en el resto del inmueble.

revisión de protocolos // La responsable autonómica de Justicia avanzó que revisarán todos los protocolos de seguridad de los edificios judiciales, «ya que la tipología de la emergencia no es la misma cuando se registra actividad laboral que cuando el edificio está vacío», para lo cual contarán con el asesoramiento de una empresa valenciana.

En su intervención en Les Corts, la consellera también asumió la descoordinación que haya podido haber a raíz del incendio, pero aseguró que ha tratado de que «la transparencia, la lealtad institucional y la comunicación fueran la base de cualquier decisión que se adoptara».