El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la portavoz del Grupo Popular en Les Corts, Isabel Bonig, protagonizaron ayer un intenso debate a raíz de una pregunta formulada por la jefa de la oposición sobre la transparencia en la gestión del Consell, que vino acompañada por una escenificación al colocar, junto al estrado de los intervinientes, varias cajas «repletas» de reparos de la Intervención a actuaciones de la Conselleria de Igualdad, dirigida por la vicepresidenta Mónica Oltra.

En su turno de réplica, Puig defendió la transparencia del actual Consell, frente a un PP que «ocultaba información» porque tras ella se escondían muchas veces «casos de flagrante corrupción» y cuya transparencia, dijo, «es la de las aguas del Canal de Isabel II», en alusión al último presunto caso de corrupción que salpica al PP madrileño.

Bonig, por su parte, acusó al Consell de ser «el más opaco» y de no atender las recomendaciones de las sindicaturas de Greuges y Comptes ni escuchar «la voz del pueblo», a lo que Puig contestó que el hecho de que el PP pregunte por transparencia es «de humor negro» y más propio de la antigua revista satírica La Traca. En este punto, recordó que el nivel de transparencia del Ejecutivo que preside es del 94,4 %, por encima de la media estatal, según el índice de transparencia de las Comunidades Autónomas.

La portavoz popular, acompañada por las cajas de reparos de Intervención del departamento de Igualdad que dirige Oltra, denunció también falta de transparencia y opacidad en las consellerias de Educación o en Sanidad.

Bonig acusó al Consell de no atender las recomendaciones de la Sindicatura de Greuges sobre un área, la educativa, que representa el 37% de las quejas, ni tampoco en materia de dependencia, donde pidió explicaciones a Oltra, a la que acusó de haber «huido despavorida» de este pleno por no haber asistido a la sesión.

También denunció opacidad en la Conselleria de Sanidad por no atender los informes del síndic de Greuges respecto de las áreas de salud concertadas, y preguntó si al Consell le parece «poco razonable el ahorro de 42 millones» que atribuye el síndic al área de salud de Manises.

«MONTAR EL POLLO» // El president, quien preguntó si en la cajas que traía Bonig estaban las facturas de Gürtel, pidió un poco de responsabilidad al PP y que se dediquen a fiscalizar la labor del Gobierno, pero no «a intentar entorpecer» su tarea, como, a su juicio, está ocurriendo en la actualidad. Por otra parte, el jefe del Con-

sell defendió que la vicepresidenta «no ha huido despavorida» de Les Corts, tal y como había denunciado Bonig, sino que estaba atendiendo «una reunión convocada por el Gobierno», como es la comisión interterritorial de Asuntos Sociales, explicó.

Finalmente, Bonig instó a Puig a que si quiere «montar un pollo» firme la declaración institucional de su grupo para que se hagan «las inversiones competencia de la Generalitat».