El debate cobró intensidad ayer en Les Corts con el cruce de reproches que el president del Consell, Ximo Puig, y la síndica del PPCV, Isabel Bonig, protagonizaron con la corrupción política en el eje.

Puig resaltó que «la única diputada» del hemiciclo «que ha ido dopada a las elecciones» es Bonig, «como ha acreditado» una sentencia judicial. Fue durante su respuesta a la pregunta de control a la portavoz popular, quien afirmó que Puig está «acechado por la corrupción» y este le replicó que es «extraordinariamente imprudente».

«No provoque más, señora Bonig, porque aquí solo hay un partido que está condenado por financiación ilegal, que es el PP», aseveró, y le reprochó que dé lecciones sobre corrupción cuando tienen «uno de cada tres consellers imputados», así como tres presidentes de la Diputación y tres de la Generalitat imputados, «uno en prisión». Bonig, por su parte, reclamó «coherencia» y asunción de responsabilidades políticas tanto al PSPV como a Compromís tras las detenciones por las contrataciones en Divalterra y después de que, según ha sostenido, la Agencia Tributaria y un Juzgado de València hayan «acreditado la presunta financiación irregular» de ambos.

El president replicó que la diferencia ante situaciones «irregulares» es la respuesta que dan los partidos, que es «bien diferente», y así explicó que Jorge Rodríguez ha dimitido de presidente de la Diputación de Valencia y el popular César Sánchez, «imputado también», continúa al frente de la de institución en Alicante.