Los tres partidos que forman el Botànic (PSPV, Compromís y Unides Podem) han llegado a un acuerdo respecto a algunas de las enmiendas que registraron por separado al proyecto de ley del juego de la Comunidad Valenciana, una norma que buscan que sea un «modelo para el Estado». Entre las limitaciones a la actividad de los salones de juego que plantean está que ninguno de ellos esté a menos de 850 metros de un colegio.

Los representantes de los tres grupos justificaron el número de enmiendas al texto inicial que la Conselleria de Hacienda redactó hace dos años ante la «alarma social» generada por la proliferación de salas de apuestas.

El primero de los cambios planteados, que serán presentados y votados en el debate en comisión, es cambiar el nombre de la ley del juego, que pasaría a denominarse ley del juego y de prevención de la ludopatía en la Comunitat Valenciana. También se contempla una estrategia para la prevención integral del juego patológico bajo la dirección de Sanidad, que tendrá también la implicación de otras conselleries.

distancia // En cuanto a la regulación del mercado, los tres grupos acordaron que la distancia mínima entre locales de juego y bares que tengan máquinas tragaperras y centros educativos, sanitarios y recintos deportivos debe ser de 850 metros. En sus enmiendas individuales, el PSPV planteaba que fuera de 700 metros, mientras que Compromís y Unides Podem pedían 1.000.

Además, proponen la eliminación de máquinas de apuestas en recintos deportivos y en todos los locales de hostelería; y una moratoria de cuatro años para nuevas autorizaciones tanto de locales como de explotación de máquinas tragaperras. Las restricciones, y la eliminación en el caso de las máquinas de apuestas, se efectuarán conforme vayan acabando las autorizaciones.

publicidad // En el ámbito de la publicidad, las enmiendas contemplan la restricción de la misma en el ámbito autonómico y de los operadores de juego que tienen autorización autonómica, así como la prohibición de toda publicidad estática que promueva o anuncie lugares de juego.

Asimismo, el Botànic plantea vetar los anuncios de juego en los medios públicos titularidad de la Generalitat, así como incentivos fiscales para los medios privados que realicen campañas de prevención contra la ludopatía.

Sobre el aumento de fiscalidad al juego para reducir el importe de los premios como planteaba el PSPV, el ponente socialista de la ley, José Muñoz, indicó que se reserva para ser debatida, y defendió que el fin es compatibilizar una actividad legal y la seguridad jurídica de los locales sin que haya juego patológico.