La pregunta de Ciudadanos a Ximo Puig sobre las políticas sociales del Consell finalizó con un cruce de acusaciones a costa de las adjudicaciones de las plazas del nuevo modelo de residencias. Sucedió después de que la portavoz de este grupo, Mar Carmen Sánchez, acusara al gobierno valenciano de haber potenciado un modelo de dependencia «low cost» y de haber «consolidado el modelo Cotino», por seguir beneficiando a las mismas empresas que habían sido adjudicatarias de las plazas del sistema auspiciado por el entonces conseller de Bienestar Social, Juan Cotino.

En su turno de réplica, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, advirtió a Sánchez que sea «la última vez» que dice que ha beneficiado a un grupo de empresas, y le instó a retirar esas acusaciones, a lo que la de Ciudadanos respondió denunciando que las palabras de Oltra eran «una amenaza y una falta de respeto».

La vicepresidenta tomó la palabra, tras las protestas de varios grupos. «Beneficiar a unas empresas es delictivo. Me ha acusado de cometer un delito. Eso es feo, es mentira y no todo vale en política», señaló, aunque pidió disculpas a Sánchez si se había sentido amenazada por sus palabras.

Puig destacó lo mucho que se ha avanzado en materia social, pero aseguró que no van a instalarse «en el confort o el triunfalismo» porque quedan «muchos espacios por recuperar». «Cuando el Consell llegó a la Generalitat estábamos en una situación de emergencia», recordó.