La Comunitat Valenciana ha visto cómo durante el mes de noviembre, que está a punto de finalizar, ha ido desapareciendo la posición de privilegio en cuanto a la incidencia de la pandemia de coronavirus que había mostrado tras el verano. Aunque es cierto que el índice de positivos (una incidencia acumulada de 273,6 por cada 100.000 habitantes en 14 días el pasado jueves) sigue estando por debajo de la media española (307,3), también lo es que la recuperación que han experimentado la mayoría de territorios está siendo ahora más lenta en Valencia, Castelló y Alicante.

El 4 de noviembre, la Incidencia Acumulada (IA) a 14 días en la Comunitat Valenciana fue de 258,61 casos por cada 100.000 habitantes. Apenas una semana después la IA ya se había incrementado hasta los 311,09 casos. Ese 11 de noviembre la Razón de Tasas (RT) (es decir, el incremento de la incidencia respecto a siete días antes) fue del 1,23, el mayor registrado ese día entre todas las comunidades autónomas.

Desde entonces, y aunque en la última semana se ha notado una mejoría respecto a los datos de positivos de la semana anterior (la RT del jueves fue del 0,91), la Valenciana ha estado siempre entre las autonomías en las que más está costando controlar el virus y donde más ha tardado en llegar al pico de la curva, con descensos de incidencia más bajos y con parámetros preocupantes como el de la ocupación de camas en hospitales y UCI, y el de riesgo de rebrote.

De todas formas, y tal como señala el presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva y jefe de Preventiva del Hospital Clínico de València, Rafael Ortí, la Comunitat Valenciana está recuperándose más tarde y más lentamente que la mayoría de las comunidades precisamente porque entró en esta ola de la pandemia (la tercera, según este investigador, tras la de primavera y la de julio) más tarde que las demás.

Es una cuestión de clima y de costumbres. «La Comunitat Valenciana sufrió un aumento de casos durante el mes de agosto y en septiembre bajó porque muchos turistas volvieron a sus ciudades, especialmente a Madrid o Barcelona», resume Ortí. Mientras que en aquellas se incrementaba el número de casos, y conforme llegaba el otoño también crecían los positivos en las provincias donde el frío obligada a pasar más horas en lugares cerrados, el buen tiempo y la vida social en el exterior daban una tregua a la C. Valenciana. Una tregua que parece haberse roto en las últimas semanas.

Ortí no descarta otro factor: el del miedo o la confianza, según desde donde se mire. «En Madrid se habla sobre todo del éxito de los test de antígenos para explicar la mejoría de sus datos, cuando lo cierto es que antes de que hicieran los test ya empezaron a bajar la curva. Por eso, creo que también ha tenido que ver que, tras toda la información sobre el gran número de casos que estaban sufriendo, la gente se haya contenido», valora. «E igual que hay miedo puede haber exceso de confianza -añade Ortí-, que es lo que seguramente hemos tenido aquí después de todas las informaciones sobre lo bien que estábamos».

El 26 de noviembre la Incidencia Acumulada (IA) de 14 días en la Comunitat Valenciana era de 273,6 casos por cada 100.000 habitantes. Seis autonomías tenían menos incidencia: Canarias, Baleares, Madrid, Galicia, Cataluña y Extremadura. La IA media en España fue ese día de 307,3 casos por cada 100.000 habitantes. Por contra, mientras que en esa misma jornada el incremento de la IA a nivel estatal respecto a la semana anterior fue del -26,7 %, en el caso de la C. Valenciana este incremento «solo» fue del -8,7 %. De hecho, la Valenciana fue la segunda comunidad en la que menos cayó el número de positivos por coronavirus, solo por detrás de Canarias. El 25, la Comunitat Valenciana también registró el segundo menor descenso incidencia de contagios respecto a la semana anterior, mientras que el 23 y el 24 de noviembre, la autonomía registro el menor descenso.