Minutos después de las siete de la tarde, tras pasar en dirección sur el Euromed 1181 que había adelantado a las 17.30 su salida de Barcelona Sants, arrancó ayer en Vandellòs una cuenta atrás de 56 horas de frenético trabajo para conectar las dos vías de tren que llegan de la Comunitat Valenciana con las dos nuevas que se extienden hasta la estación de Camp de Tarragona y finalizar así la nueva variante.

Apenas hay cinco horas de margen para imprevistos durante el fin de semana porque el próximo lunes, a las 7.55 horas, debe circular el primer convoy por esta esperada variante de Vandellòs, que incluye las nuevas estaciones de l’Hospitalet de l’Infant y Cambrils. Será el Euromed que haya salido de Barcelona a las 7.15.

Se trata de una plataforma de 64,1 kilómetros, de ancho ibérico con traviesas polivalentes compatibles con el ancho internacional hasta el cambiador de La Boella. A partir de ahí, la vía pasa a ser de ancho estándar para unirse después con el trazado del AVE entre Madrid y Barcelona. Ese será el nuevo trayecto del Euromed, mientras que el resto de convoyes se dirigirán a Tarragona pasando por el nudo de Vila-Seca por la actual plataforma de doble vía que une la capital tarraconense con Reus. La conexión supone un hito en la construcción del corredor mediterráneo, una inversión de unos 700 millones (71,5 pagados con fondos europeos), que acaba con el cuello de botella de los 39 kilómetros de vía única pegada a la costa entre Vandellòs y Tarragona, pero que no está exento de claroscuros. Llegará tras 20 años de obras interrumpidas y con 15 años de retraso respecto a la primera previsión que apuntaba la inauguración al 2015.

MÁS RÁPIDO / El nuevo trazado permitirá que el trayecto en Euromed entre València y Barcelona se realice en 2.35 horas, lo que supone una rebaja de entre 36 y 45 minutos respecto al tiempo que se tardaba ahora. La ganancia está en la variante, pero sobre todo en el tramo al norte de Camp de Tarragona por el que podrá circular a 250 km/h.

Con reducciones de tiempo similares a la de la capital del Turia, la conexión con Castelló con este servicio tardará 1.55 horas y con Alicante 4.20. En el resto de trenes apenas se notará, pues la velocidad que puedan aumentar quedará neutralizada por los kilómetros extra que harán.

DIFERENCIA / En cualquier caso, la rebaja en el concurrido Euromed es de apenas 18 minutos respecto al tiempo que invertía cuando se inauguró en 1997, pues entonces ya había un servicio entre València y Barcelona en 2.53 horas.

«Se puede ver como que volvemos atrás, pero también como que se corrige una deficiencia histórica que clamaba al cielo y que cerramos una etapa lamentable en la que una de las infraestructuras más importantes del Estado tenía una vía única. Yo siempre tengo la visión esperanzadora», puntualiza Josep Vicent Boira, coordinador estatal del corredor mediterráneo.

En cualquier caso, la reducción será a partir del día 20 porque durante la primera semana, como es norma, habrá una limitación de velocidad a 80 km/h. Tras esos siete días y una última auscultación con trenes laboratorio de Adif el próximo fin de semana, se podrá circular a 200 km/h.

AVANCE // El ahorro de tiempo tiene un elevado «carácter simbólico» porque los ciudadanos notarán cómo avanza el corredor. «En un trayecto de ida y vuelta entre València y Barcelona será una hora y media. Eso, multiplicado por todo los viajeros, es un ahorro muy grande de tiempo y dinero», señala Boira. Hay más, remarca, por la doble vía. «Se gana tiempo, pero sobre todo hay que evaluar los otros beneficios que aporta. Se solventa el tapón que impedía una gestión eficaz del Corredor, ya que suponía una complejidad extraordinaria», recuerda.

FRECUENCIAS // Mantendrán los ocho Euromed diarios por sentido y la gran novedad es la conexión de la Costa Brava con la Comunitat Valenciana sin el hasta ahora obligado transbordo en Barcelona, lo que supondrá una ventaja para muchos.